PASTOR LÍDER

LUIS PEREDA

En 1989, Luis y Martha Pereda, un mexicano y una misionera estadounidense de Virginia, unieron sus vidas en matrimonio con la visión de dedicarse a servir a Dios y expandir el reino.

Después de servir como pastor de jóvenes y posteriormente como pastor asistente, Luis fue ordenado en 1995 como pastor principal de la pequeña iglesia de Mexicali, La Gran Comisión. Por la gracia de Dios y la diversidad de ministerios que Él envió para ayudar a poner fundamentos y expandir la visión, la iglesia creció y se multiplicó. Luis y Martha pastorearon más de 25 años y, a través de los años, participaron directa e indirectamente en la plantación de 10 iglesias en la región de Baja California, México. Han tenido la bendición de animar y equipar a los santos con conferencias para hombres, mujeres, matrimonios, liderazgo y más. Dios también ha abierto puertas para ministrar en otros países, en los cuales Luis ha ministrado con una gracia especial para despertar y activar a la iglesia para el evangelismo, así como para animar y edificar a los pastores y líderes.

Cuando Dios los llamó a una nueva temporada de ministerio, Luis y Martha entregaron la iglesia local, lo dejaron todo, y vinieron a los Estados Unidos en 2022 con la visión de levantar un movimiento hispano de evangelismo y plantación de iglesias que se extienda por los 50 estados de los Estados Unidos y más allá a las naciones. Ellos creen firmemente que el deseo de Dios es que nadie perezca, así que quieren motivar a la iglesia a salir de las cuatro paredes, vivir la vida de Cristo empoderada por el Espíritu, y ser parte de una gran cosecha de almas de toda nación y tribu para el reino de Dios. No hay tiempo como el presente para alcanzar a la inmensa población hispana de los Estados Unidos de más de 60 millones y creciendo, por lo que Luis y Martha esperan unir fuerzas con muchas personas e iglesias para ver esta visión realizada.

En su vida familiar, Luis y Martha han tenido la alegría de criar a seis hijos, cuatro de ellos ya casados y dos en casa y en la universidad. El mayor legado es verlos amando a Dios, caminando en sus propósitos para sus vidas, y transmitiéndolo a seis hermosos nietos (y contando). El futuro es brillante, y estamos tan maravillados y agradecidos de caminar en el cumplimiento de las promesas de Dios.